Monotonía y nada más. Esa es mi vida. Desde que empezamos el curso, no ha habido cambios en mi vida. Ha habido cambios, pero no importantes.
Ir a clase, no hacer nada, rayarme por mil cosas, sobrar, volver a casa haciendo siempre lo mismo, por las tardes cosas que hacer (música, academia), llegar a casa, hacer los deberes (si los hago, porque no tengo nada de ganas), ducharme, cenar, preparar la mochila, dormir tarde y descansar poco, y a la mañana siguiente, otra vez a empezar. Al menos conozco gente yendo a música y a la academia. Pero todo sigue igual. Y cuando voy a contarle a un amigo lo que me pasa, no me escucha y se pone a contarme una lo que ya me había dicho cien veces antes. Me recuerda a una escena de la película "Como Dios", cuando el hombre y la mujer están discutiendo porque él se está quejando y le dice a ella:" Ahora no estamos hablando de ti", (el muy egoísta), y la mujer dice: "¿De mí? ¿Cómo vamos a hablar de mí? SIEMPRE hablamos de ti".
Casi no tengo tiempo de estar con el ordenador y cuando me conecto los fines de semana por la noche mi padre me dice que lo deje, que no son horas... Déjame en paz.
Y las clases de guitarra... Antes muy bien, pero desde que le dije a Vicente que no quería ir al cine con él por enésima vez, el ambiente está tenso y con esas miradas me hace sentir culpable, no lo soporto. Y una mujer, que a veces pienso que se entera de todo, observa, y me mira, no sé qué coño piensa, pero que no se meta, porque no sabe nada de lo que ha pasado. Siempre nos tiene que poner el profesor solos y juntos en la misma habitación. He pensado en decirle que no lo siga haciendo, porque no estoy cómoda, salgo de allí sintiéndome mal.
Necesito un retiro. O cambios buenos en mi vida.
Voy a ducharme. Perdón por escribir una entrada tan negativa, pero es que últimamente me cuesta verle al lado positivo a las cosas.
Ir a clase, no hacer nada, rayarme por mil cosas, sobrar, volver a casa haciendo siempre lo mismo, por las tardes cosas que hacer (música, academia), llegar a casa, hacer los deberes (si los hago, porque no tengo nada de ganas), ducharme, cenar, preparar la mochila, dormir tarde y descansar poco, y a la mañana siguiente, otra vez a empezar. Al menos conozco gente yendo a música y a la academia. Pero todo sigue igual. Y cuando voy a contarle a un amigo lo que me pasa, no me escucha y se pone a contarme una lo que ya me había dicho cien veces antes. Me recuerda a una escena de la película "Como Dios", cuando el hombre y la mujer están discutiendo porque él se está quejando y le dice a ella:" Ahora no estamos hablando de ti", (el muy egoísta), y la mujer dice: "¿De mí? ¿Cómo vamos a hablar de mí? SIEMPRE hablamos de ti".
Casi no tengo tiempo de estar con el ordenador y cuando me conecto los fines de semana por la noche mi padre me dice que lo deje, que no son horas... Déjame en paz.
Y las clases de guitarra... Antes muy bien, pero desde que le dije a Vicente que no quería ir al cine con él por enésima vez, el ambiente está tenso y con esas miradas me hace sentir culpable, no lo soporto. Y una mujer, que a veces pienso que se entera de todo, observa, y me mira, no sé qué coño piensa, pero que no se meta, porque no sabe nada de lo que ha pasado. Siempre nos tiene que poner el profesor solos y juntos en la misma habitación. He pensado en decirle que no lo siga haciendo, porque no estoy cómoda, salgo de allí sintiéndome mal.
Necesito un retiro. O cambios buenos en mi vida.
Voy a ducharme. Perdón por escribir una entrada tan negativa, pero es que últimamente me cuesta verle al lado positivo a las cosas.
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